16.10.09

EXTRAÑAS HUELLAS CIRCULARES EN EL CAMPO




El productor rural Sergio Forestier se sorprendió cuando observó un extraño manchón con forma de círculo en medio de un cuadro de 56 hectáreas. La sensación aumentó cuando advirtió que los círculos se multiplicaban en el terreno y misteriosamente no se extendían hacia otros sectores.
Tímidamente comentó el episodio a la policía y luego una radio difundió una noticia que generó todo tipo de especulaciones. Como ocurre siempre, desde medios de comunicación de otros puntos de la provincia intentaron obtener detalles del relato del productor y a partir de ahí, opinar sobre algo que para ser objetivos deberían observar para además conocer la idiosincrasia de la gente y después hablar del fenómeno.
“He pasado noches enteras arriba del tractor trabajando y nunca vi nada extraño... Ahora hay gente que hace muchas suposiciones de estas marcas. Yo no digo nada... Acá están los círculos para verlos. Sí nos intriga saber quién hizo esto”, le expresó a El Diario, único medio que se preocupó en llegar al lugar.
El establecimiento de Forastier está a unos siete kilómetros del Puesto Caminero de Jacinto Arauz y en el lote en cuetión se aprecian circunferencias de distintas dimensiones, que varían entre los 2 y 17 metros de diámetro. No hay huellas que indiquen que algún objeto se posó en el terreno. Lo llamativo es que según el testimonio del productor y su familia, las marcas aparecieron "de la noche a la mañana".
El terreno no está sembrado con ningún tipo de cereal ni forraje y de su vegetación se destaca la flor silvestre amarilla y "abrepuños" que en el interior del círculo presentan el mismo aspecto, es decir secos como si una fuente calórica hubiera actuado sobre ellos.
Lo importante en toda investigación de campo es llegar al lugar, constatar el suceso y mantener diálogo con los testigos primarios, algo que el Centro de Estudios UFO realiza sobre cada caso que difunde.
Un dato a tener en cuenta es que sobre el terreno no hay rastros de utilización de agroquímicos que pudieran haber potenciado el episodio y el equipo extrajo del terreno, restos de vegetación afectada para hacer analizar en laboratorio.

DIFERENCIA: cabe destacar que el fenómeno, no tiene ninguna similitud con los conocidos "crop circle" de Inglaterra, aparentemente producidos sobre sembrados de cereal sobre el que hay muchas versiones.

"OPINOLOGOS"
La aparición de extraños círculos en un campo al SE de la provincia de La Pampa, motivaron una serie de especulaciones periodísticas que, lejos de aclarar, sembraron mas dudas. Por supuesto que en ese marco no faltaron las versiones de “opinólogos” que alguna vez leyeron algo en internet sobre los denominados “crop circle” de Inglaterra, que nada tiene que ver con lo ocurrido en la provincia y que hoy se sienten verdaderos especialitas desde su arrogancia en la que se consideran capacitados para hablar de deportes, política, cocina, bebidas, cultura y por supuesto: mostrarse escépticos cuando ocurre un episodio de estas características.
Lo que no tienen en cuenta los opinólogos son los antecedentes de estos episodios que no son nuevos en la región. Ya en octubre de 1980 se hallaron decenas de extraños círculos en un terreno impensado: el suelo de un gigantesco salitral en la zona rural de Jacinto Arauz en dirección a Anzoátegui. La diferencia de aquel episodio fue el testimonio de un peón rural que observó las evoluciones de un extraño y silencioso objeto al que definió “como una palangana” que a plena luz del día, se desplazó suavemente por la zona. Las extrañas marcas quedaron como evidencia de que algo extraño ocurrió en esa zona.
Las imágenes tomadas en el lugar en aquella época, como expresión de la verdadera investigación de campo desarrollada en esta región fueron puestas a consideración de otros investigadores en congresos realizados en Río IV y Rosario. Por aquel entonces no había tanto interés en huellas, sino que importaba más la forma del “Plato Volador”.
Las huellas dejadas por el objeto se contaban por decenas y se componían en algunos casos por círculos concéntricos que no superaban el metro de diámetro. Otro detalle interesante constatado fue que los “círculos no eran una mera línea sino que su trazo tenía un ancho de casi 20 centímetros. En otros lugares el círculo tenía a su alrededor dispuestos y enlazados hasta tres círculos más pequeños. En fin, la variedad de huellas era tan grande que al cabo de recorrer más de 10 kilómetros, observamos que las huellas culminaban.
Un detalle a tener en cuenta es que la zona está rodeada de un monte impenetrable de caldén y que el único acceso posible de vehículos es precisamente pasando por la vivienda que ocupaba el peón rural. El terreno era blando a tal punto que en algunos sectores, mientras caminábamos nos daba la sensación de hundirnos y difícilmente se podía circular en automóvil.
Las huellas encontradas en toda la zona, daban la sensación de haber sido sometidas a calor a tal punto el suelo se hallaba completamente seco, mientras que a su alrededor la humedad era notable.
Más allá de las conjeturas primarias, no hubo otras manifestaciones de las mismas características en la región y sólo pudo asociarse las huellas a la presencia de un objeto insólito al que un peón analfabeto definió “como una palangana” ya que era el único antecedente que a modo comparativo pudo utilizar.
Las huellas siguieron apareciendo en toda la región pero ya no en los salitrales, sino en sembrados o terrenos limpios। Eso permitió iniciar un seguimiento aunque no una conclusión definitiva.
Quique Mario